¡HAY QUE ECHAR A LOS IMPERIALISTAS FRANCESES DE NUEVA CALEDONIA!
A 15 días del levantamiento anticolonial en Nueva Caledonia, un tercio del país se encuentra en manos de la población originaria -el pueblo kanaco- a pesar de los esfuerzos de negociación política y la represión criminal del gobierno imperialista francés.
Nueva Caledonia está compuesta de varias islas, incluida la principal Tierra Grande, sede de la capital Numea con una superficie total de 19.000 km2, ubicada a 1500 km al este de Australia y bajo dominio colonial francés desde la primera mitad del siglo XIX.
Los kanacos conocen muy bien al colonialismo europeo, ya que eran literalmente cazados para ser vendidos como esclavos, hasta que en 1853 el territorio fue incorporado al imperio colonial francés. Desde entonces existe una larga tradición de resistencia a la opresión, paralela a la historia de criminal sojuzgamiento colonial francés. Incluso vivieron en ¨reservas¨ al mejor estilo de Soweto o Gaza hasta 1946 y sólo salieron de ese status por su propia lucha.
El país cuenta con la cuarta reserva mundial de níquel, abundancia de cobalto y cromo, lo que generó la expulsión masiva de la población nativa ubicada en las áreas de explotación con la consiguiente destrucción sistemática de los ecosistemas. A eso se sumó que, en los años 50’s del siglo pasado, ante la derrota y expulsión del imperialismo francés en Indochina y Argelia, Francia evacuara a sus colonos explotadores franceses expulsados hacia Nueva Caledonia, cediéndoles enormes áreas agrícolas. De hecho, la burguesía local es francesa, así como todos los empleados industriales, de servicios o públicos.
Esta población tuvo que afrontar las consecuencias de cientos de pruebas nucleares y el robo sistemático de sus tierras para extender las explotaciones agropecuarias. Francia aloja allí la mitad de sus fuerzas navales en el Pacífico Sur.
A principios de los ’80 del siglo pasado un levantamiento masivo dio origen al Frente de Liberación Nacional y Socialista Kanako (FLNKS), frente a eso Francia desato una feroz represión que desembocó en una guerra civil entre 1985 y 1988, producto de la cual Francia asesina cientos de pobladores.
Desde que la ONU aprobara su condición de territorio pendiente de descolonizar en 1986, Francia se ha negado sistemáticamente a cumplir con el mandato. En 1998 se firmaron los acuerdos de Numea, donde Francia transfirió competencias locales a un gobierno autónomo y se comprometió a realizar 3 referéndums sobre la independencia, que se realizaron en 2018, 2020 y 2021, burdamente manipulados, que dieron ganador al voto anti independentista.
Esta vez, lo que desató la furia fue la aprobación el pasado lunes 13 por la Asamblea Nacional Francesa de un proyecto de reforma electoral para el territorio de ultramar de Nueva Caledonia, consistente en otorgar derecho a voto a los ciudadanos nacidos en Francia continental, que residan en la isla desde al menos 10 años, con el objetivo de bloquear toda posibilidad de que el voto independentista pudiera ganar en las próximas elecciones provinciales a pesar del usual fraude electoral.
La maniobra francesa no hizo más que conjugar el malestar por el deterioro actual de las condiciones de vida y un desempleo cercano al 40% de los kanacos y exportaciones de minerales cuyas explotaciones destruyen el medio ambiente y no dejan ningún beneficio a la población, con el odio histórico al amo colonialista y la constatación de que la liberación de las cadenas francesas, es cada vez más una posibilidad concreta, como quedó demostrado en Chad, Burkina Faso, Malí y Níger, quienes han comenzado a desprenderse de las cadenas coloniales francesas en total decadencia.
Tanto el gobierno local ejercido por la Unión Nacional por la Independencia (UNI) y el FLNKS, han llamado a la calma y el diálogo con las autoridades coloniales francesas, sin perjuicio que son cómplices de la miseria del pueblo kanaco.
¡Abajo el régimen colonial francés en Nueva Caledonia!
¡Hay que preparar la defensa!
¡Nada con la UNI y el FLNKS locales abiertamente traidoras que llaman a la calma y las negociaciones!
¡Por la mayor solidaridad internacional con el pueblo kanaco!
¡Boicot a Francia y sus empresas en todo el mundo!
¡Los trabajadores y sindicatos franceses deben exigir el retiro de su gobierno de Nueva Caledonia!
¡Gobierno obrero y campesino del pueblo kanaco!
¡Expropiación inmediata y expulsión de los terratenientes y empresas francesas!
¡Abajo todos los imperialistas!
¡Hay que construir un fuerte Partido Revolucionario!
¡Abajo el capitalismo!