Con el ascenso al poder de Donald Trump y sus promesas de campaña, el miedo y la incertidumbre han aumentado entre muchos miembros de la comunidad de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. El gobierno ya ha expulsado a cientos y enviado a algunos al campo de detención de Guantánamo.
Su promesa de endurecer las políticas de inmigración y aumentar las deportaciones es profundamente alarmante, por lo que es urgente organizarse y resistir. Sin embargo, no debemos caer en la trampa tendida por los demócratas, que ahora se presentan como aliados de los migrantes a pesar de haber presidido deportaciones récord y repetidas violaciones de las leyes internacionales de asilo durante su tiempo en el poder.
Además, no debemos ver las medidas del gobierno contra los inmigrantes de forma aislada. Estos ataques son parte de un ataque más amplio contra los trabajadores y los pobres. Tanto los republicanos como los demócratas gobiernan en interés de los millonarios a expensas de la gente corriente. La única manera de detenerlos es a través de la organización colectiva: movilizarse en los lugares de trabajo, vecindarios y comunidades para resistir su ofensiva.
Para lograrlo, es fundamental que quienes reconocen la urgencia de la situación asuman un papel activo. Cuando agentes de ICE, DEA, CBP o FBI intentan detener a personas indocumentadas, debemos intervenir bloqueando su camino, facilitando el escape u ofreciendo refugio en hogares y negocios.
Debemos intensificar las protestas contra las políticas antiinmigrantes del gobierno, solidarizarnos con los migrantes y exigir trabajo y vivienda para todos.
⦁ No más redadas, arrestos y deportaciones.
⦁ Residencia permanente inmediata y estatus legal para todos.
⦁ Desmantelar ICE, CBP y DEA.
⦁ Poner fin a la Sección 287(g) de la Autoridad de Inmigración.
⦁ Boicotear a las empresas que apoyan a Trump.