Por Carlos Petroni (León Pérez)
Adoptado por Izquierda Internacional
ISRAEL
“Este país existe como el cumplimiento de una promesa hecha por Dios mismo. Sería ridículo pedirle cuentas de su legitimidad.”— Golda Meir, Le Monde, 15 de octubre de 1971.
Israel es un estado artificial creado por el imperialismo de Estados Unidos e Inglaterra en 1948, con apoyo de los europeos, sectores de la burguesía árabe, incluso la Unión Soviética y sus satélites estalinistas con el objetivo de resolver la engorrosa ¨cuestión judía¨ a la que hacían en parte responsable de haber tenido que participar de la guerra contra el eje Nazi-Fascista-Imperio Japones. Para todos ellos era una molestia tener minorías judías en sus fronteras y vieron en la creación del Estado de Israel una forma de deshacerse del problema. Al mismo tiempo EE. UU. e Inglaterra veían al Estado de Israel como un enclave para detener y derrotar la revolución anticolonial que se desarrollaba en toda África y particularmente en la zona norte y centro del continente. Los sionistas crearon el estado de Israel como un estado religioso fundamentalista judío para atrapar cultural y políticamente a la diáspora judía y para manejarlo a su antojo sin tener que dar cuentas a nadie porque, después de todo, ellos se proclamaron “el pueblo elegido”:
“Porque vosotros [Israel] sois un pueblo santo para el Señor vuestro Dios. Jehová tu Dios te ha escogido entre todos los pueblos sobre la faz de la tierra, para que seas su pueblo y su tesoro” (Deuteronomio 7:6).
La guerra árabe-israelí de 1948, también conocida falsamente por el estado israelí como “guerra de la Independencia” (no tenían de quien liberarse porque eran los agresores e invasores de tierras ajenas) o “guerra de Liberación” (No hubo tal liberación, fue pura agresión), sucedida desde mayo de 1948 hasta mediados de 1949, fue el primero de una serie de conflictos armados que enfrentaron al Estado de Israel y a sus vecinos árabes, en lo que se conoce globalmente como el conflicto árabe-israelí.
Para el pueblo palestino esta guerra marcó el comienzo de lo que denominan más apropiadamente como la Nakba (‘La catástrofe’, o ‘el desastre’). Israel desalojó a millones de sus tierras y forzó a más de un millón de palestinos a vivir en campos de refugiados en diferentes países cercanos. Desde entonces la agresión y opresión sionista contra el pueblo palestino no ha cesado. Siguieron apoderándose de tierras de otros países, como las Alturas del Golán de Siria y de los palestinos empujándolos y encerrándolos en dos franjas diminutas en Gaza y Cisjordania (West Bank) las que ahora no se comunican, y cuyas poblaciones viven en virtuales campos de concentración a cielo abierto, rodeados de fuerzas de la Israel Defence Forces (IDF), muros, alambres de púa… En Cisjordania, la llamada Autoridad Palestina, no es mas que un contratista de la seguridad de Israel.
El presente ataque de Israel a Gaza, como reacción masiva al ataque de Hamas a civiles y militares israelíes del 7 de octubre, ya lleva 24,000 civiles asesinados en Gaza por las IDF, 50,000 heridos, cientos de miles de viviendas, todos los hospitales y escuelas destruidas. La masacre en Gaza ha asesinado en su mayoría mujeres y niños. Al principio de los ataques militares con tanques, bombardeos indiscriminados y operaciones de infantería Israel forzó la expulsión de 1 millón de palestinos del Norte hacia el Sur diciéndoles que allí estarían más a resguardo de los bombardeos. Cuando los palestinos huyeron hacia el sur y formaron campos de refugiados, Israel comenzó a bombardearlos sin piedad, incluso usando armas más poderosas que en el Norte. Con ello Israel ha acelerado sus planes de genocidio y expulsión de los palestinos que sobrevivan al desierto de Sinaí.
El sionismo de Israel ha cometido y comete todos los crímenes de guerra imaginables: asesinato en masa de civiles incluyendo mujeres y niños, destrucción de sus viviendas, cortes de sus suministros de gas, petróleo y agua, bombardeos sistemáticos, secuestro de civiles relacionados con los grupos armados o sin ningún nexo, mantiene miles de prisioneros sin juicio ni condena incluyendo niños. Israel es un estado artificial en manos de los fundamentalistas judíos que cometieron y siguen cometiendo genocidio. Israel no podría sobrevivir si no fuera por los miles de millones de dólares en ayuda militar, financiera y de intercambio que recibe de EEUU y un puñado de estados europeos. Esos países, que también protegen a Israel en la ONU y otros organismos internacionales han movilizado tropas, aviones y barcos de guerra a la región, y, por otro lado, atacado a aliados de Hamas en varios países como Siria, Yemen, Líbano e Irán. Estos países encabezados por EE. UU. son coautores del genocidio del pueblo palestino.
Ahora Israel bombardea a Irán para provocar la guerra entre este país y el imperialismo. La estrategia del sionismo es convertir a todos sus vecinos árabes en estados fallidos para garantizar la creación de lo que llaman el ¨Greater Israel¨ o Gran Israel apropiándose de todas las tierras en manos palestinas y porciones de los países árabes vecinos. Esa estrategia la tiene el llamado ¨Revisionismo Sionista¨ hace mucho tiempo y fue forjándola paulatinamente derrotando primero a los partidos de masas socialistas y bundistas judíos y luego superando al ¨Laborismo Sionista¨ más inclinado a la negociación y menos al militarismo a ultranza como pregona el ¨Revisionismo¨ que también, como le enseñara su fundador Vladimir Jabotinsky, negocian con los gobiernos y movimientos nazis y colaboran en destruir los llamados gobiernos progresistas o de izquierda. El imperialismo norteamericano y el británico ven con agrado, concurren y apoyan a fondo esta estrategia pues les permitiría apropiarse de los recursos naturales, entre ellos el petróleo y el gas, de los pueblos y estados árabes, pero fundamentalmente porque ayuda a desarticular la creciente influencia de los BRICS en la región.
Los representantes más feroces y sangrientos del Revisionismo Sionista son los primeros ministros que surgieron de organizaciones terroristas como el Irgun, la Hagganah, Le ji, la Pandilla Stern, Palmaj y el Servicio Secreto, el Mossad, fundado y dirigido desde siempre por el revisionismo. Ellos son Menachem Begin, Yitzhak Shamir y el actual Netanyahu que fueron miembros de esos grupos terroristas.
Izquierda Internacional llama a derrotar al sionismo, aplastar al gobierno de Netanyahu, disolver el estado de Israel y reemplazarlo por un estado Palestino donde cohabiten en paz judíos y palestinos; un estado laico, democrático, multiétnico y socialista desde el Rio hasta el Mar, pero también permitiendo el regreso a sus hogares de todos los desplazados y refugiados desde la Nabka. A esa lucha llamamos a todos los palestinos y a los judíos sometidos al barbarismo por el sionismo para que recuperen las tradiciones judías de lucha de masas, de los trabajadores, del socialismo e internacionalismo que el sionismo en el poder en Israel ha silenciado.
HAMAS
“El Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) cree que la tierra de Palestina es un Waqf [dotación] islámico consagrado para las futuras generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio. Ni él ni ninguna parte de él deben desperdiciarse; ni él ni ninguna parte de él deben ser abandonados. Ni un solo país árabe ni todos los países árabes, ni ningún rey o presidente, ni todos los reyes y presidentes, ni ninguna organización ni todos ellos, sean palestinos o árabes, poseen el derecho de hacer eso”. – Pacto de Hamás, agosto de 1988.
Hamas presenta el problema como un enfrentamiento interreligioso, al igual que Israel, pero con signo diferente. Para Hamas, el nacionalismo es una herramienta útil para perseguir el fin de un Estado Islámico fundamentalista en Palestina. Cristianos o no creyentes podrían vivir en esa Palestina siempre que acuerden con la hegemonía islamista y se sometan a ella. En ese aspecto también es un espejo de Israel. Hamas apela siempre al apoyo de países más poderosos como Irán, Quatar o Turquía. Los gobiernos de estos países subvencionan con más de 200 millones de dólares mensuales a Hamas. El bloque China-Rusia-BRICS le brinda cobertura diplomática y en la ONU a Hamas.
Nosotros, como marxistas reconocemos el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino que incluye la separación como un estado propio si así lo quisieran. Al mismo tiempo rechazamos a Hamas, otras organizaciones fundamentalistas e incluso al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) que aceptan esa hegemonía islámica (sino no serían autorizados a funcionar dentro de Gaza).
Defendemos al pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación y luchamos para que se dote de una dirección revolucionaria. Rechazamos a Hamas, su ideología fundamentalista, su estrategia de hegemonía islámica entre los que viven en Palestina y su propósito de dominación sobre otras religiones o ideologías. Luchamos por una Palestina única, donde puedan vivir musulmanes, cristianos, judíos y no creyentes, secular con la separación estricta del estado y las religiones y socialista.
A diferencia de organizaciones Trotskistas como el Partido Obrero “que defienden todas las acciones tomadas por Hamas” y aceptan su liderazgo porque “es la dirección aceptada por las masas” o el Partido de los Trabajadores Socialistas (y su internacional, la Fracción Trotskista) que, si bien manifiestan diferentes niveles de desacuerdos con Hamas, proclaman su “unidad de acción incondicional¨ con Hamas y otras organizaciones que se reclaman de la resistencia.
Todas nuestras críticas a los partidos como el PTS (Fracción Trotskista), Partido Obrero, Izquierda Socialista (UIT) también las extendemos a otras corrientes que están más a la derecha, como las agrupadas en el Secretariado Unificado, las distintas fracciones en que se han dividido los Lambertistas, o la diáspora de organizaciones que provienen del Grantismo. (Isaac Blank Germiston conocido como Edward (Ted) Grant fundador del The Militant y las diversas corrientes en las que se ha dividido) y la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT).
Para nosotros, los marxistas revolucionarios, el fundamentalismo religioso, ya sea islámico, judío, cristiano, hindi, budista o de cualquier otra religión es una versión moderna de fascismo. Las religiones son fundamentalistas cuando extienden su actividad a las cuestiones políticas, buscan hacerse del poder del Estado e imponer su hegemonía sobre el resto de la sociedad. En general, ya sea en la India, Irán, Turquía o donde fuese, los fundamentalistas se apoyan ineludiblemente en algún imperialismo, que por conveniencia u oportunismo les dé carta libre.
Somos internacionalistas, por lo tanto, para nosotros la cuestión de la dirección de la resistencia y la estrategia para vencer en Palestina, incluida la tarea de construcción del partido revolucionario, o en cualquier otro país, no pueden resolverse, dadas las condiciones actuales, en el terreno ¨nacional¨ sino en el internacional. Esto es doblemente importante cuando se trata de un país oprimido.
Es inconcebible que partidos que se dicen revolucionarios como el PTS, digan que la cuestión de la dirección del pueblo palestino es una cuestión interna de los palestinos. Nosotros planteamos la construcción de partidos revolucionarios en todos los países, nucleados en una internacional. Exigimos que partidos como el Partido Obrero o el PTS o la LIT que tienen el personal y los recursos para hacerlos construyan partidos en Palestina e Israel.
Para explicar nuestra posición es necesario apelar a la teoría marxista revolucionaria, el trotskismo. Comencemos por los términos más usuales de este:
Unidad de acción es cuando dos o más fuerzas de diferente origen y aun de clase convergen en una acción común en forma limitada. No hay acuerdo programático ni organizativo más allá de una acción directa, efímera y circunstancial: por ejemplo, una marcha contra una dictadura militar o por alguna demanda democrática como la lucha por algún derecho de la mujer o los inmigrantes, etc. Las acciones comunes se limitan a ese objetivo, y se mantienen todas las críticas y denuncias de los otros participantes en la unidad de acción que sean necesarias. Pegamos juntos, aunque marchemos separados. Esta táctica podemos utilizarla en algunas ocasiones especificas en Palestina, en el terreno militar por ejemplo con organizaciones seculares, o en los movimientos de solidaridad internacional con ella. Esta táctica también puede utilizarse entre organizaciones pequeñas.
Frente Único Obrero, acuerdo de organizaciones obreras de masas en un programa y medidas de acción para avanzar los intereses del conjunto de la clase obrera. El FUO tiene un lapso de vida limitado y su programa es de demandas democráticas generales con el objetivo de avanzar los intereses del conjunto.
Se mantiene el criterio de unidad-enfrentamiento, manteniendo la independencia de las distintas fuerzas y haciendo las críticas necesarias y advirtiendo a la clase trabajadora los límites de las organizaciones participantes cuando son reformistas. No hay FUO asimétrico entre organizaciones de masas y las que no lo son, no puede haberlo porque la dirección y programa de hecho no sería acordada sino impuesta por la organización grande, de masas. Tampoco puede haber FUO entre organizaciones pequeñas porque no tendría la posibilidad de movilizar a la clase trabajadora en su conjunto o aun su mayoría o un sector significativo, una de las cláusulas elementales de un FUO. El FUO se plantea a organizaciones de masas de la clase obrera, como sindicatos o partidos obreros. Por ejemplo, cuando dirigiendo un sindicato, llamamos a otros sindicatos a preparar una huelga parcial o general o cuando Trotsky planteó en los 30s un frente único de la socialdemocracia y el partido comunista alemanes para aplastar en las calles al Nazismo. Si es una táctica que podemos llamar a hacer realidad a las organizaciones de masas de nuestra clase con una política de exigencias. Estamos en contra, por tanto, de la autoproclamación.
Rechazamos de plano la política del estalinismo y el reformismo de utilizar el término Frente Único (FU), despojándolo de su aditamento obrero, para encubrir alianzas con sectores burgueses o, como en el caso que nos ocupa, con organizaciones fundamentalistas religiosas. Sin la participación de dos o más sectores u organizaciones de masas obreras no hay FUO.
Los acuerdos de Unidad de Acción o FUO NUNCA SON INCONDICIONALES como plantean PO y el PTS y otros partidos como Izquierda Socialista y nuestra participación o apoyo de estos deben obligatoriamente incluir la crítica. Como planteaba Lenin ¨para unirse, y con el propósito de unirse, primero hay que diferenciarse¨. Esto que planteaba el líder bolchevique para las relaciones entre revolucionarios, con más razón debe observarse con relación a otras organizaciones no revolucionarias. Parafraseando podríamos sostener que, para hacer una acción común, y con el objetivo de llevarla a cabo, se deben discutir exhaustivamente las tácticas y métodos a emplear.
Frente Único Revolucionario, un acuerdo programático y metodológico en dirección de construir una organización revolucionaria común. Se mantiene el debate sobre programa y tácticas, aunque se tiene un acuerdo estratégico. Puede practicarse entre organizaciones pequeñas o de diferentes tamaños por cuanto el verdadero objetivo de este FUR es estar en una organización revolucionaria común.
HAMAS, Hezbollah, los regímenes de Irán, Egipto o los reinos de Quatar y Arabia Saudita y los demás gobiernos árabes burgueses y reaccionarios no son nuestros aliados, ni pueden serlo del pueblo Palestino al que han traicionado muchas veces y volverán a hacerlo, sino enemigos estratégicos de todos los pueblos oprimidos y de los socialistas. El pueblo palestino deber llamar a la unidad revolucionaria a los pueblos de esos países y del mundo. Para eso debe contar con organizaciones revolucionarias que nosotros estamos dispuestos a ayudar a construir.
No hacemos ni UA ni FUO con organizaciones fascistas, contrarrevolucionarias, nazis o fundamentalistas religiosas (a quienes caracterizamos como una representación del fascismo en la época actual).
Hamas, Hezbollah, la GRI (Guardia Revolucionaria Iraní), etc. son fuerzas fundamentalistas religiosas contra revolucionarias que buscan la hegemonía del islamismo e imponerlo sobe el resto de la sociedad. No todos los enemigos de nuestros enemigos son nuestros amigos.
Hamas sostiene en sus manifiestos y formas de operación que Palestina es territorio musulmán y que las demás religiones y grupos ideológicos deben aceptar la hegemonía del islamismo y someterse a ella. La estrategia de Hamas es crear un Estado Islámico en Palestina, basado en la Ley de Sharía y en una política de super opresión y explotación de las mujeres y los no Islámicos.
Defendemos el derecho a la autodeterminación de los pueblos mediante la cual, los pueblos deben elegir libre y democráticamente que quieren hacer, incluyendo su derecho a la separación de su nación de la otra, opresora. Los marxistas sin embargo sostenemos que lo mejor son las federaciones o alianzas nacionales basadas en el socialismo y defendemos este punto de vista tanto en el seno de la nación oprimida como en la opresora.
Nuestra defensa al derecho a la autodeterminación de los pueblos no significa ni incluye la defensa ni sostén de las direcciones político-ideológicas de la nación oprimida y cuando son reaccionarias como Hamas nos oponemos a ellas y siempre buscamos organizar partidos revolucionarios en las nacionalidades oprimidas y en las opresoras.
Con Hamas tenemos además otras profundas diferencias y enfrentamientos de carácter estratégico y tácticos que incluyen:
- Nos oponemos al terrorismo individual practicado en muchas ocasiones por Hamas. Nos oponemos a enviar militantes con chalecos bomba a mercados o a poblaciones civiles. Estamos en contra de sacrificar militantes y víctimas civiles de esa manera.
- Si el principio del ataque de Hamas a Israel cuando derribaron vallas y atacaron puestos militares el 7 de octubre es justificable en el marco de la lucha contra la nación opresora, esta justificación termina cuando los miembros de Hamas comenzaron a asesinar cientos de civiles en los Kibutz y en una fiesta, incluyendo mujeres y niños.
- Estamos en contra del secuestro de civiles, adultos o niños. En ese sentido Hamas copia a Israel que mantiene presos como rehenes a más de 5.000 palestinos, entre ellos cientos de niños y mujeres.
- En el caso de la toma de prisioneros militares y dentro de todas las posibilidades estos deben ser mantenidos con todas las garantías de su integridad física, alimentación y cuidado de sus salud y heridas.
- Las acciones armadas contra la nación opresora deben contar con el apoyo de masas y nunca ser la decisión de grupos que expongan al resto del pueblo a las consecuencias de estas sin ser consultado. Estamos en contra de la militarización de la política, que pone a cargo de todas las decisiones a una dirección militar no elegida por nadie fuera del grupo de comandantes y que mantiene sus decisiones en secreto frente a las masas.
- La estrategia de asesinar civiles y niños y crear represalias cien veces mayores es una estrategia criminal. Nos oponemos las acciones terroristas del Sionismo que envía grupos armados a distintos países para asesinar opositores y nos oponemos a la misma táctica por parte de Hamas.
- Sostenemos con firmeza que toda organización en la nación oprimida que luche contra la nación opresora tiene el deber de buscar en la nación opresora elementos disidentes o que puedan coincidir con la lucha de los oprimidos.
- Dadas las características de aislamiento del pueblo palestino y su debilidad manifiesta en términos militares, su liberación dependerá de una alianza revolucionaria e internacionalista junto a los pueblos de Jordania, Egipto, Yemen, Siria y el resto de los países árabes y los judíos que estén dispuestos a recuperar su rica historia de lucha obrera, internacionalista y socialista. Si los judíos alguna vez formaron organizaciones afines a los comunistas en muchos países y proveyeron a estos de muchos de sus dirigentes más destacados, pueden volver a hacerlo. La construcción de partidos revolucionarios, marxistas en todos los países es el primer paso en esta dirección.
- En Palestina luchamos por un estado laico, democrático, unido y socialista y contra la opresión de Israel y el imperialismo contra el pueblo Palestino. Nos oponemos tanto al Estado Sionista, fundamentalista judío, como a su contracara la propuesta de un Estado Islámico fundamentalista.
- ¡Libertad a todos los presos y secuestrados civiles en las cárceles de Israel y en los túneles de Hamas!
- Rechazo a toda forma de fundamentalismo religioso y la exclusión de la actividad política y gubernamental de las iglesias de todas las denominaciones. La religión para aquellos que la quieran debe confinarse a la acción privada sin ningún tipo de subvención ni relación con el Estado.
- ¡Por la construcción de partidos revolucionarios, Marxistas en Palestina e Israel!
- ¡Alto al Genocidio, Abajo el gobierno de Netanyahu!
- Solidarizarnos con el pueblo palestino y colaborar en el plano internacional y sobre el terreno con su liberación colaborando en marchas y acciones de solidaridad.
- Nos oponemos a los ataques en curso en EEUU y otros países contra organizaciones obreras o estudiantiles pro-Palestina.
- ¡Por el juicio y castigo de todos los miembros del gobierno israelí y los altos mandos del IDF bajo los cargos de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio!
- Un tribunal popular Palestino electo democráticamente debe juzgar las acciones criminales de Hamas como el asesinato indiscriminado de civiles.
- ¡Alto a la ayuda militar y económica al Estado de Israel!
- ¡Boicot y aislamiento a Israel por el genocidio que está cometiendo!
- ¡Ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel!
- ¡Por la construcción de milicias armadas laicas y socialistas y por la distribución de armamento a toda la población palestina!
- ¡Por la unidad de acción militar con las fuerzas laicas de la resistencia!
- ¡Por la disolución de Hamas y su reemplazo por una dirección y gobierno laicos, revolucionarios y socialistas del pueblo Palestino!
- ¡Por la disolución del estado sionista de Israel!
- Por el derecho al retorno incondicional de todos los refugiados de la diáspora palestina
- Por un estado único, laico, unido, democrático y socialista del rio al mar.
- Por la promoción de la revolución obrera y socialista en los pueblos árabes y la creación de una federación de estados socialistas.
¡Socialismo o Extinción!